Pon un Project Manager Profesional (PMP) en tu empresa
y tendrás alguien en tu equipo que tiene clarísimo
· cómo identificar, planificar, organizar, supervisar, controlar todas las actividades del proyecto y cerrarlo en condiciones.
· que él es el máximo responsable del proyecto y no andará buscando culpables donde no los hay, ni escondiéndose al primer problema.
· cómo gestionar los procesos que requiera el proyecto y aplicar las técnicas y herramientas más adecuadas para cumplir los objetivos del proyecto -dejando contento al cliente- y así los de la empresa.
Por otra parte -lo llevan en la sangre, en el conocimiento y en la convicción de su necesidad- será ordenado y tendrá claro que cada proyecto requiere completar cada una de las etapas de su vida:
· inicio –donde establecerá los requerimientos del cliente y los objetivos del proyecto con tu ayuda-
· planificación (y todavía no se ha puesto a “trabajar”, “solamente” ha estado pensando y esto requiere paciencia por tu parte de la que no te arrepentirás),
· ponerlo en marcha y ejecutarlo (ahora sí que “trabaja” y hace trabajar a su equipo) manteniendo informadas a todas las partes interesadas que, por otra parte, tienen la costumbre (muy especialmente el cliente) de
· monitorizar los trabajos, medir y evaluar el avance y reportar sobre el desempeño,
· y cerrarlo (ya veremos lo cien que lo hace más adelante), entregarlo al cliente (con el alcance, presupuesto y plazo acordado) y celebrarlo con sus compañeros ¡que un PMP vale también para esto (y sabe que debe hacerlo para mantener a su gente motivada y reconocida)¡.
Como ves, trabajo no le falta¡
En definitiva tendrás alguien capaz de actuar como un “director general de una empresa que tiene una duración determinada (el plazo del proyecto)” y capaz de planificar un tipo de trabajos, los proyectos, en los que planificar bien es asunto de vida o muerte (para no ser tan trágicos, de éxito o fracaso).
Y, por el mismo precio, no solo resolverá problemas –eso lo hace cualquiera- sino que ni los creará y evitará que ocurran.
Un PMP tiene claro que no se le contrata para que resuelva problemas sino para que no los haya. De ahí la necesidad de que sea una persona proactiva y tenga claro lo que es la gestión de riesgos de un proyecto.
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