En un curso reciente de introducción a Scrum en Pamplona, pregunté a los asistentes cuáles eran los factores de éxito de un proyecto (de software).
Para ello utilicé, por una parte, la técnica de !Presto! (sacada del entretenido Agile Retrospectives) para generar respuestas y romper el hielo y, por otra, una matriz complejidad impacto que proyecté sobre la pared y sobre la que fuimos colocando las respuestas anotadas sobre post-its.
La dinámica !Presto¡ consiste en que cada participante escribe en una hoja uno o dos criterios o factores de éxito de un proyecto -para lo cual tienen 1 minuto-.
Pasado el minuto, el facilitador dice !Presto! -palabras que los magos italianos dicen al sacar el conejo de la chistera- y cada participante pasa su hoja a su compañero de la izquierda.
A continuación de la lista del compañero y sin repetir lo ya escrito, cada participante escribe otros dos criterios o factores de éxito.
El juego se repite hasta que se agoten las ideas o se haya dado la vuelta completa al grupo.
Al acabar fuimos pasando a post-its los resultados y los fuimos pegando en la matriz en función de si el criterio o factor de éxito era complejo de llevar a cabo o no y si tendría un impacto algo o bajo en el potencial éxito del proyecto.
El resultado lo tenéis en la figura siguiente:
En un primer vistazo aparecía factores de éxito que eran fáciles de lograr y con un impacto alto (lo que nuestros amigos anglosajones llaman la «low hanging fruit»): obtención de feedback frecuente del cliente y seguimiento del proyecto.
Por otra parte, teníamos fruta deliciosa pero muy alta… Si nos fijamos en el angulo superior derecho, tendríamos la fruta rica pero complicada (o no…) de lograr: visión clara, estrategia de producto definida, equipo adecuado,…
Y más arriba, ya fuera del árbol… …en la azotea… los requisitos completos al inicio… una quimera…
Unas conclusiones rápidas, quizás apresuradas…: el tiempo y el coste no parecen estar entre las factores de éxito. Otros como el seguimiento y feedback temprano, la colaboración con el cliente, la visión y estrategia del proyecto claras, sí.
Pero no nos olvidemos, hablamos de proyectos de software…
¿Y tu qué opinas?