“los líderes tiran de la palanca equivocada en sus intentos de mejorar los resultados –presionando para que se ejecuten bien los proyectos cuando en realidad necesita otra estrategia u optando por cambiar de rumbo cuando en realidad debieran mejorar la ejecución de sus proyectos. El resultado es un desperdicio de energía, pérdida de tiempo y bajo rendimiento continuado”. Michael Marakon
Vimos en el post anterior que la fricción es un término militar utilizado por primera vez por la generación de oficiales de estado mayor prusianos a los que durante el siglo XIX dieron cera las tropas napoleónicas. Y vimos cómo describe todo lo que falla, suele fallar o puede fallar una vez que la estrategia sale de la boca del atrincherado estratega y se topa con la cruda realidad.
En el cuadro siguiente se representa el momento de gloria en que el Bonaparte se entera de que gracias a él se había inventado el término…
Pero buena parte de esas circunstancias militares tienen su espejo en la realidad de nuestras empresas y organizaciones. Si hacemos una traducción militar-empresa libre (no he encontrado tal diccionario) nos encontraríamos con las siguientes circunstancias:
la (gran y pequeña) política,
los EGOs nunca insatisfechos y siempre crecientes,
las personalidades (cada uno y sus “cadaunadas”) y sus caracteres asociados
las intenciones mal entendidas,
el juego de la silla (desaparece una silla y sobra una persona y al acabar la música todos tratan de no quedarse fuera),
los reinos de taifas y sus reyes pensando en términos de SU departamento
y el cambio de circunstancias de organización (internas y externas),
se combinan para voltear las prioridades y que la estrategia acabe en un callejón sin salida (un fondo de saco, un cul-de-sac que diría Napoleón)
De la fricción al enfoque…
… después de ver estos “pequeños desajustes” aprendemos cómo las decisiones diarias de los responsables dos o tres niveles jerárquicos más abajo pueden crear -o destruir-la estrategia de la empresa.
Sin embargo, si cada miembro de la organización tiene claro lo que tienen que alcanzar, pueden y deben ser libres para decidir cómo hacer la tarea. Para que todos puedan beneficiarse de esta libertad, sin embargo, se les debe dar el enfoque claro y correcto ( y no cambiarlo conforme cambie el aire).
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Dnl
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