“Ni Dios será capaz de hundirlo”. E.J Smith. Capitán del Titanic
Se leen muchos accidentes en la prensa pero solamente cuando puedes visualizarlos… ves su magnitud. A mí me impactó la noticia del hundimiento del Costa Concordia por dos razones: por la magnitud del accidente y porque entre esta foto
solamente cambia el año (aunque la foto dice 2007, fue el 2010) y los personajes… …porque es la misma compañía, el mismo barco, el mismo recorrido… … (nuestro capitán se jubiló y vino un irresponsable que en vez de dirigir el barco… se dedicaba a organizar fiestas particulares).
Esto me recuerda el conocido caso del Titanic… que, aunque no pudo conseguir terminar su primera travesía, sí logró pasar a la historia como el barco más famoso jamás construido. Lo cierto es que miles de libros y artículos se han escrito sobre él.
Como ocurre en la viña del Señor (al que mencionaba el osado capitán), dentro del mundo de los project managers hay gente para todo. Y entre ellos uno llamado J Bruce Weeks que, para explicar la identificación de riesgos en entornos de alta interacción (PMI Virtual Library, 2010), escribe un artículo de project Management sobre el Titanic.
Así que el tan famoso como malhadado barco tiene también su hueco en la estantería de tu “renacentista” PMP.
Como lo lee el artículo desde la curiosidad histórica más que desde la técnica en gestión de proyectos, te contará nada más las razones por las que, como decía nuestra canción infantil, “había una vez un barquito… …y aquel barquito naufragó… y si esta historia te parece poca volveremos, volveremos a empezar”.
Que porqué naufragó? Pues porque prácticamente todos los riesgos conocidos (known unknowns) que se pudieran imaginar sucedieron (y no había plan de respuesta) y un par de unknown unknowns que, con perdón, ni Dios se esperaba.
Primero había una serie de KNOWN UNKNOWNS –como decíamos en el último post “dedicado” a Ronald Rumsfeld- que son riesgos identificables y sobre los que sí se puede tener un plan de respuesta previsto si el riesgo lo merece:
el diseño de las mamparas de cristal no era adecuadamente estanco y además estaban sólo unos metros por encima de la línea de flotación. Al fallar seis de los dieciséis compartimentos estancos, comenzó a entrar agua…
El timón era demasiado pequeño para las necesidades de navegación y maniobras en alta mar. Las pruebas se habían hecho en puerto lo que llevó a un diseño con un tamaño un 40% del necesario…
el barco tenía tres turbinas de hélice de las cuales solamente las dos exteriores eran reversibles. La más potente, la central, no. Cuando el barco necesitó virar, frenar, reducir velocidad,… para minimizar el golpe, solamente pudo utilizar las dos pequeñas exteriores… insuficientes.
Los informes actualizados de dos barcos que navegaban por la zona no le llegaron al Capitán Smith que trabajó con los datos de días anteriores de acuerdo a los cuales hizo un pequeño ajuste…
El dueño del marco quería asombrar al mundo y pidió al capitán que el barco fuera a la máxima velocidad –demasiado alta para el slalom que tuvo que hacer entre hielos-. Efectivamente el armador asombró al mundo…
Puesto que el cuadro de comunicaciones había estado estropeado, a los “telefonistas” se les acumuló el trabajo de envió de mensajes de los tripulantes a sus familias. El aviso de otro barco de la presencia de un gran iceberg se quedó en la lista de espera…
dos de los tres equipos de vigilancia en cubierta no tenía prismáticos lo que, unido a que el mar estaba en calma y no rompía contra el iceberg, hizo difícil para los pobres vigilantes ver nada especial…
Y después –como dice el dicho español “éramos pocos y parió la abuela-: los UNKNOWN UNKNOWNS, riesgos difícilmente identificables para los que no hay plan de respuesta posible…
• Los aceros actuales tienen un menor contenido de azufre pero el utilizado para construir el Titanic era alto y lo hacía frágil –se rompía directamente sin deformarse-
• Estas roturas, hicieron saltar las ventanillas circulares y que el agua entrara con más rapidez..
En fin, que no era su día (o más bien lo fue pues cumplió con el objetivo del sponsor de “asombrar al mundo”
Cuando se aclaren las causas del naufragio del Costa Concordia, haremos un análisis más calmado. ¿Os parece?
dnl