Los conflictos son una realidad inherente y consustancial con la naturaleza humana, es algo inevitable. Pero, frente a lo que se piensa, no son necesariamente malos. Son algo natural y de un conflicto pueden derivarse consecuencias muy positivas. El conflicto surge de la variedad de intereses, de la complejidad de las personas y de la diversidad de puntos de vista.
Un conflicto es una situación en la que dos o más personas persiguen metas diferentes tienen intereses distintos u opuestos y/o defienden desde valores contrapuestos de modo que les lleva a una situación de enfrentamiento. Surge cuando una de las partes percibe que los objetivos, valores, decisiones o acciones de la otra dificultan o impiden la consecución de las metas propias.
Un proyecto no es ajeno a esta realidad y el project manager deberá lidiar con intereses contrapuestos y sus conflictos asociados entre departamentos funcionales, entre partes interesadas, entre el departamento de compras y el proveedor…
Pero no siempre una diferencia de opiniones puede llevar a un conflicto. Para ello, se deben cumplir algunos requisitos como: la interdependencia entre las personas, que estén relacionadas por la consecución de un mismos o diferente objetivo, cada parte no culpa a la otra, las partes no están enfrentadas sino dispuestas a ejercer una acción ya que consideran que pueden ganar algo.
Los conflictos, el debate y colisión de opiniones y pensamientos favorece el crecimiento personal y del equipo (siempre que resuelva adecuadamente), estimula la creatividad y genera nuevas ideas (porque no hay miedo al conflicto, no hay trabas a la discusión), fuerza a expresar argumentos y puntos de vista más elaborados (no vale imponer y decir que se hace porque sí), refuerza, enriquece y consolida ideas mejor concebidas o potencia el cambio.
Frente a los aspectos positivos, los conflictos pueden llevar a un coste emocional elevado, un desgaste de energías excesivo, romper la armonía entre las partes, distraer de la actividad ordinaria y, si son mal gestionados, pueden llevar a la rotura del equipo, la desmotivación y la reducción del rendimiento.
En el próximo posts veremos las fuentes de conflictos y qué estilos hay para abordarlos.