Seguimos hablando del trabajo en equipo y de la importancia que tiene saber gestionarlo si aspiramos a ser buenos Project Manager.
Como decíamos, un Project Manager o aprende a trabajar en equipo… o mejor que se dedique a otra cosa. En el post anterior, veíamos qué era un equipo y los elementos esenciales para que este actúe como tal.
En este post vamos a identificar los aspectos básicos para poder trabajar en equipo y cumplir con la definición anteriormente dada:
En un buen equipo, todos los componentes trabajan con la máxima eficacia y cohesión y se responsabilizan del objetivo como un único miembro. En ese sentido, operan de forma coordinada e interdependiente, y son responsables no solo ante su jefe sino ante sus compañeros.
Asimismo, mantienen una comunicación fluida, transparente, por la que conocen en todo momento quién debe estar informado de qué, en qué momento y con qué medio. Gracias a ello, comparten objetivos, preocupaciones, información, valores, éxitos y fracasos.
En general, los miembros de un equipo de primera se hallan en un entorno que fomenta la participación, la generación de ideas, y la toma de decisiones libre y justificada, y en el que se asumen los acuerdos del grupo como propios. Con ello surge un sentimiento de pertenencia muy fuerte que, en definitiva, genera, retroalimenta y favorece todos los aspectos señalados.
Para acabar, un poco de humor. ¿Cuál es la diferencia entre un Grupo y un Equipo? Cuando vamos 6-8 personas, a lo mejor desconocidas, en un ascensor, somos un grupo. Cuando el ascensor se estropea en la planta 26… empezamos a ser un Equipo. ¡ O eso debiéramos! Al menos tenemos un objetivo común 🙂
En el próximo post hablaremos de la toma de decisiones, porque a los Project managers, entre otras cosas, nos pagan por tomar (buenas) decisiones.
Y si os interesan estos temas… aquí tenéis vuestra oportunidad de conocer más: