En el post anterior veíamos como no valía hacer el avestruz, creer en milagros (en gestión de proyectos) o hacerte el suicida sino que había que atacar los riesgos (los sapos) antes de que te atacaran a ti. Siguiendo la cita anterior, todo proyecto tiene riesgos (bueno hay PM que tienen jefes que dicen que NO…). Pero no por ello dejamos de abordarlos, no? Pues a por ellos¡
A estas alturas de temporada, ya sabrás que tu PMP no se pone a hacer cosas sin pensarlas mínimamente. Igual ocurre con los riesgos. Antes de empezar a ver cuáles son, su importancia, su peligro,… elaborará un pequeño plan de gestión en el que, en definitiva indique cómo va a realizar este proceso tan vital, con qué herramientas, con qué personas y qué responsabilidades,…
¿Y que es lo que un buen Project manager debe presentar a su patrocinador? Pues.. sin ánimo de aburrirle… le presentarás una propuesta para que la revise (sobre todo en la parte de “qué es riesgo pequeño o riesgo grande” pues esto es cosa de la organización y/o el patrocinador… que para eso son los jefes y, sobre todo, se juegan su dinero)
El Plan de gestión de riesgos lo adaptarás al tamaño y complejidad del proyecto y tendrás en cuenta la experiencia en proyectos similares –como buen Project manager, registrarás todos los errores, omisiones, hipótesis fallidas,… y para cada proyecto los desempolvarás porque como humano que eres, te equivocas pero rara, rara, rara vez, vuelves a meter la pata en el mismo agujero. Y tu plan definirá:
o los métodos y procedimientos, herramientas y fuentes y flujos de información a utilizar durante la gestión de los riesgos del proyecto
o lo que cada cual tiene que hacer en cada momento y a quien informar dejando bien claras y escritas las funciones y responsabilidades así como las transiciones –qué peligro las zonas grises, los espacios en blanco que suelen quedar por medio y que llevan al “pero yo pensé que lo ibas a hacer tú…”- entre unas y otras. Seguro que como eres «tan Project manager» harás una matriz de asignación de responsabilidades para riesgos si el proyecto la merece.
o un presupuesto asignado –porque prevenir cuesta¡, menos que curar, eso sí, tengo clarísimo¡- porque habrá horas dedicadas y costes necesarios para la gestión de los riesgos. Y para los sustos gordos e imprevistos, los “unknown unknowns”, las reservas de contingencia.
o cuándo y con qué frecuencia se revisarán y actualizarán los riesgos del proyecto porque los sapos pequeños se pueden convertir en sapos grandes, algún sapo grande desaparecer,… y en cualquier caso tendremos que tener los ojos bien abiertos para verlos como crecen…. o nacen y todavía pequeñitos ya nos miran amenazantes…
o Unas categorías de riesgos que ayuden a identificar y que no se escape ningún riesgo. Las categorías pueden basarse en el origen: procedentes de las partes interesadas -y en este caso en función o del origen (el cliente, una inadecuada gestión del proyecto, el proveedor, la cultura de empresa, el sistema de comunicaciones, la existencia de un equipo virtual,…) o sobre qué objetivo impactan (coste, tiempo, calidad, satisfacción del cliente, reputación de la empresa,…)- o externas o técnicas
o El análisis cualitativo de riesgos tiene por objetivo definir diferentes niveles de probabilidad e impacto para cada riesgo que permita generar una lista priorizada de los mismos. Y así evitar que según la identidad, humor, experiencia, optimismo,… que tenga el project manager correspondiente se de a un riesgo una importancia u otra.
Y ahí, nuestro patrocinador tiene mucho que decirte pues puede ser un animado (risk seeker) o un poco miedosillo (risk averse –que suena mejor, verdad, que miedosillo) así que si lo define la propia empresa estarán mejor alineados con su cultura, su planteamiento de negocio,…
o Una matriz de probabilidad e impacto que sitúe cada riesgo según estos dos parámetros –y de acuerdo a los niveles establecidos por la compañía (osada, valiente, sensata, miedosilla, prudente, …). De esta manera el project manager puede identificar aquellos más relevantes y priorizarlos.
Conviene recordar que puesto que los límites de los niveles que definen estas matrices tienen una parte importante de subjetividad conviene utilizar niveles de probabilidad e impacto estándar de la compañía para que las interpretaciones sean más sencillas y coherentes entre proyectos.
o Las tolerancias revisadas de los interesados, tu patrocinador entre ellos, que dependiendo del sector, tipo de empresa y entorno económico las tolerancias al riesgo variarán sustancialmente. Importante que como project manager no des muchos pasos adelante sin consensuar con él estas tolerancias.
o cómo se documentarán, analizarán y comunicarán los resultados de los procesos de gestión de los riesgos del proyecto y los contenidos y formatos a utilizar.
o criterios para documentar todas las incidencias que ocurran en la ejecución del proyecto para mejorar el proyecto actual y los futuros proyectos que podrán tener un listado más completo de experiencias y evitar, al menos, los errores ya cometidos.
Y con todo ello, tendremos la receta y los ingredientes para empezar a cocinar los sapos, sapillos, renacuajos,… que veremos en el próximo post…