Ando últimamente pensando y leyendo, y viceversa, sobre la carrera profesional de director de proyectos y las habilidades y competencias necesarias para un desarrollo largo y exitoso como persona y profesional -creo, cada vez más, que sin la primera no cabe la segunda (lo que no ocurre al contrario)-.
Desde el punto de vista técnico (en gestión) creo que las áreas de conocimiento y herramientas recogidas y definidas en el PMBOK son un buen punto de partida para seguir profundizando en cada una de ellas. Así que no me extiendo en estas competencias.
Me centraré en este post y, dios mediante, en los venideros en dos áreas de competencia que se encuentran fuera del ámbito tradicional de las competencias «técnicas»: las competencias y habilidades sociales y las competencias y habilidades de negocio.
Mi experiencia en gestión de proyectos me ha mostrado que muy muy muy rara vez un proyecto ha fracasado porque fallara la herramienta de gestión del diagrama Gant o porque fallaran otros aspectos técnicos. Sin embargo, no tengo dedos en mis manos para contar las veces que proyectos en los que he participado han fracasado o han sufrido más de la cuenta -tanto el cliente como los miembros del equipo- por problemas interpersonales.
Es por ello que los project managers comme-il-faut deben ser capaces de equilibrar habilidades soft y hard. Las últimas son más fáciles de lidiar que las primeras. Es relativamente fácil enseñar a una persona cómo calcular el camino crítico o examinar si han comprendido esta y otras lecciones.
Sin embargo, es mucho más difícil enseñar a las personas -y los project managers, en general :-), lo son- cómo resolver un conflicto en un equipo de proyecto o como motivar a miembros del equipo que no dependen de él para que trabajan n horas -cuando n tiende a más de 50 a la semana…-. Y, probablemente, sea todavía más difícil evaluar si van a ser capaces de poner en práctica lo aprendido (tampoco creo que proceda provocar conflictos para que el director de proyectos practique…-.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de problemas en proyectos tienen como raíz problemas personales, es importante identificar si los project managers en potencia poseen las competencias sociales necesarias para realizar su trabajo eficazmente.
Sea o no así, tendremos que buscar la manera ya que a la hora de nombrar un project manager será tan importante evaluar sus conocimientos técnicos y en gestión como sus habilidades interpersonales e intrapersonales.
En 1983, Howard Gardner publicó (tarde, un poco tarde, porque a mí y a mi generación nos evaluaron con el m… IQ que medía la capacidad lógico-matemática y la lingüística y que permitía de forma simple distinguir los listos de los tontos y condicionar toda una vida personal y profesional) su libro Frames of Mind (Estructuras de la mente) que comenzaba a desarrollar la «teoría de las inteligencias múltiples».
Para H. Gardner existen ocho (siete iniciales a las que añadió la naturalista) tipos de inteligencia y cada persona desarrolla unas más que otras. Además, diferentes culturas y segmentos de la sociedad ponen diferentes énfasis en ellas.
Estas eran -by wikipedia- la Inteligencia lingüística (facilidad para escribir, leer, contar cuentos o hacer crucigramas), Inteligencia Lógica-matemática (facilidad para la resolución de problemas aritméticos, juegos de estrategia y experimentos),Inteligencia Corporal y Cinética (facilidad para procesar el conocimiento a través de las sensaciones corporales: deportistas, bailarines, manualidades, etc.), Inteligencia Visual y espacial (facilidad para resolver rompecabezas, dibujar, jugar a retos constructivos, etc.), Inteligencia Musical (facilidad para identificar y comunicarse mediante sonidos), Inteligencia Interpersonal o inteligencia social (facilidad para comunicarse bien y ser líderes en sus grupos, para comprender bien los sentimientos de los demás y proyectar con facilidad las relaciones interpersonales), Inteligencia Intrapersonal (facilidad para conocerse a sí mismo: sus reacciones, emociones y vida interior) y la inteligencia naturalista (facilidad de comunicación con la naturaleza, de entendimiento del entorno natural y la observación científica de la naturaleza como la biología, geología o astronomía).
Basándose en este trabajo, Daniel Goleman logró escribir un sesudo (y un poco aburrido…) best-seller llamado «Inteligencia Emocional» en el cual el autor indicaba que dos de las inteligencias clave para predecir una adaptación, integración y desempeño eficiente en el entorno laboral eran la inteligencia interpersonal y la inteligencia intrapersonal.
La inteligencia interpersonal tiene que ver con la capacidad para interactuar con otras personas, algo que un project manager hace desde que se levanta hasta que se acuesta, desde que se inicia un proyecto hasta que se cierra. Es un hecho que, si una persona quiere lograr sus objetivos en una organización, necesita obtener la ayuda y colaboración (preferentemente entusiasta) de otras personas.
La inteligencia intrapersonal es la capacidad de las personas para comprenderse a sí mismas -a la entrada del Oráculo de Delfos griego, los peregrinos que allí llegaban para iluminarse leían en la entrada «Conócete a tí mismo» con lo que ya se les avisaba que dentro del templo no encontrarían nada que no encontraran dentro de sí mismos… (quien avisa…)-. Y solamente conociéndonos seremos capaces de lidiar con las emociones, motivaciones, miedos,… de otras personas y seremos capaces de que nos ayuden a lograr nuestros objetivos.
Desfortunadamente, no se ha descubierto una forma clara de medir estas competencias…
¿O sí…?